Los accionistas de grandes empresas en muchas ocasiones están interesados en conocer el valor de sus empresas desde una perspectiva independiente evitando los lógicos sesgos de los bancos y las grandes consultoras. Para realizar esto, la solución es contactar con una boutique especializada.

En este caso, el objetivo era una de las grandes empresas de comunicaciones que opera en España. Este sector, como es bien sabido, ha vivido vertiginosos cambios desde mediados de la década de los noventa. Hoy en día lo primordial son los servicios de valor añadido, dejando poco a poco de lado los servicios tradicionales como llamadas, mensajes o tarjetas prepago.

Por ello, la valoración de una empresa de este tipo es un ejercicio complejo que requiere diseccionar claramente entre los diferentes negocios. El motivo es que es necesario usar técnicas de valoración diferentes para diferentes tipos de negocios. Por ejemplo, la técnica es diferente para casos con un horizonte corto, medio o largo, para estables o volátiles, para los que se prevén crecimientos pequeños o grandes, y finalmente y para negocios que no han comenzado (“start-ups”) pero que pueden ser disruptivos.

En este caso usamos técnicas diferentes para tarjetas prepago, pospago, tarifa plana internet, acceso a plataformas, 5G, 6G, big data e Internet de las cosas.